abril 16, 2024

Puntos clave para obtener mejores retoques fotográficos

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La formación es la mejor de las vías si querés saber al detalle cómo editar y retocar las fotografías que sacás.

Por falta de conocimiento o por seguir consejos de algún amigo, nuestras fotos no quedan como queremos, o terminan teniendo una apariencia muy alejada de lo que vemos en otros perfiles o portfolios.

Y hoy, en que la imagen y la fotografía son el punto fuerte en redes sociales digitales o en plataformas web, no es menor atender a la etapa de la edición. Y la formación, es la mejor de las vías si quieres saber al detalle cómo editar y retocar las fotografías que sacás.

Para eso se puede acceder, en este contexto de apertura parcial pero con clases presenciales limitadas, a cursos online como los de crehana.com. O, bien, a clases más específicas, como las que apuntan a softwares como Lightroom, al quepuedes acceder desde aquí.

Pero si antes deseas algunos consejos a la hora de tener que darle la mejor apariencia a tus fotografías, quédate en este artículo y quizás aprendas cosas nuevas o te inspire nuevas ideas.

El primer paso: planificar tu fotografía
Es cierto que en el proceso de postproducción (es decir, la edición que se realiza luego de sacar las fotos) se pueden acomodar o corregir algunos aspectos que quedaron más “flojos” de la imagen.

Pero si no se piensa, aunque sea un poco, en la composición de la fotografía, en aspectos técnicos como el encuadre, en la iluminación, si el foco está donde queremos que esté, o en la intención de lo que queremos comunicar, no habrá cursos online o programas que nos salven.

Por lo tanto, antes que recomendar cuestiones relacionadas al retoque, es fundamental recalcar esto de antemano y que lo tengas siempre en cuenta. Más vale prevenir, que retocar.

La base de toda foto: la luz
Podríamos extendernos eternamente sobre estos aspectos y su importancia, así que lo mejor para esto es anteponerse a la foto final.

En otras palabras, ¿qué quieras que destaque o que muestre la foto? A veces puede que saquemos fotos sobreexpuestas o subexpuestas, pero si tenemos claro lo que imaginamos como foto final, será muy sencillo hablar de qué hacer.

Por ejemplo, si toda la foto te salió muy oscura, con solo abrir la barra de “luz” o “iluminación” y subirla, ya verás mucho mejor los elementos y sujetos que componen la fotografía.

Si querés ir un paso más allá, buscá solapas en esa pestaña u opción de iluminación, ya que es seguro que podrás también retocar las luces y las sobras por separado.

Tendría sentido profundizar en las curvas, pero para eso hasta podríamos armar cursos online sobre eso solo, y en distintos programas como Lightroom o Photoshop, así que para no complejizarlo mucho, hasta esto vas bien.

Contraste
En relación estrecha con el elemento anterior, el contraste es básicamente la proporción o “distancia” que hay entre los sectores oscuros y los iluminados de la imagen. Es decir, a menor contraste, más uniforme y homogénea se verá la iluminación de la foto. Y, por el otro lado, cuanto mayor sea el contraste, más marcada estará la diferencia entre ambas.

Si juegas un poco con estos niveles, verás cómo cambia drásticamente todo, por lo que una buena recomendación es ir viendo desde los extremos de mayor y menor contraste, y llevarlo al punto entre ambos que más nos guste.

Poco contraste suavizará la imagen, y mucho destacará ciertas partes y ocultará otras, así que siempre ojo con esto.

Girar y recortar

Algo que a veces se subestima o pasa desapercibido es cómo enderezar y cortar la imagen. No sólo por fines estéticos, sino que también según el tamaño de la imagen, puedes tener una foto óptima para los tamaños de algunas redes sociales.

Por eso, además de leer sobre las dimensiones máximas que soportan las distintas plataformas y apps de fotografía, ten en cuenta que en vertical destacará más siempre, ya que ocupará más de la vista en la pantalla del Smartphone.

Prácticamente toda aplicación o software de edición de imagen tiene funciones para girar y recortar las fotos. Entre algunas ideas:

– Puedes cambiarle la orientación para llamar la atención (por ejemplo, si fotografiaste el reflejo de edificios en el agua, subir la foto 180° invertida, es algo muy simple y visto pero que siempre impacta por confundir momentáneamente sobre cuál es el reflejo y cuál lo real).

– Recortarla para centrar la atención en alguno de los elementos o para seguir la “regla” de los tercios.

– Girarla o enderezarla de forma que en las fotos de tu feed, haya una coherencia o intención en la orientación, por fines estéticos o artísticos.

Enfoque
Esto es algo engañoso, ya que depende mucho del tipo de lente o cámara, y si se retoca mucho puede verse muy “fabricado” y que afee la foto, por lo que tendrás que ser muy sutil y tener cuidado a la hora de ver esto.

Por regla lógica, la parte o elemento enfocado es lo que más llama la atención en una composición, pero esto puede no ser así necesariamente.

Pero más allá del tipo de enfoque que elijas, puedes jugar con la noción naturalizada de “enfocar lo importante” y que resalten otros objetos o sujetos.

Ejemplo de esto es lo que hace el conocido fotógrafo Adam Gallagher, que en sus fotos suele destacar él, de fondos que no pasan desapercibidos, y parte de ese juego en el que un elemento muy importante está subordinado al sujeto, pero sin perder protagonismo, está dado a partir de cómo enfoca todo.

Saturación e intensidad
Aunque suelen ser confundidos ambos términos, distan bastante por más que estén relacionados a la hora de aplicarse.

Para que se entienda mejor: la saturación es cuánta pigmentación eliges que tenga un color, y la intensidad es la pureza de ellos. Pero un simple ejercicio de práctica, en el que elijas una foto y juegues primero con la saturación y luego sólo con la intensidad, y verás cómo afectan a la imagen.

Tanto para la luz como para los colores, puedes acceder a las curvas o al denominado histograma que tienen muchos programas de edición, pero para mantenerlo en términos sencillos y claros, ya sea que busques nostalgia, que trates de evocar algún sentimiento o sensación determinados, o que trates de sobresaltar un color o elemento de una foto, siempre debes atender estos aspectos ya que son la otra base de la imagen.

Por ejemplo, si en una foto la mayoría de elementos son verdes y hay un objeto o prenda de vestir de un color que destaque (rojo, por ejemplo), con tan sólo subir la intensidad o la saturación, ese contraste entre colores dará más vida a la foto y resaltará el objeto/sujeto del fondo.

Pero ten en cuenta que tanto los colores como la iluminación y el contraste están permanentemente interactuando entre sí, por lo que si piensas en todos al momento del retoque digital, tu composición responderá mejor a lo que quieras que se vea o interprete.

Prueba y juega, con cuidado
Como nota al pie, recuerda siempre guardar los avances conforme vayas aplicándolos, y siempre viene bien tener una capa o copia extra de la imagen original, por si quieres volver sobre tus pasos de edición.

Por suerte, los programas más usados del mercado, como Photoshop o Lightroom permiten restaurar sobre los cambios hechos y no perder el progreso hecho.

Asimismo, probar jugar con el granulado, el “afilado” de la imagen, o distintos efectos para caricaturizar, deformar, o alterar los elementos de la imagen, siempre son una válida y divertida manera de expandir tu contacto con la fotografía, pero no olvides siempre hacerlo de a poco, porque un cambio extremo puede cambiar toda tu edición, así que movete con

cuidado.