abril 30, 2024

Palabras de fuego en la Feria del Libro

Saccomanno dijo que es optimista, a pesar de todo.

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Guillermo Saccomanno inauguró la 42ª edición con un discurso que repartió golpes al `establishment’. Se quejó de que el evento se haga en La Rural, manifestó su incomodidad por el espíritu comercial de la propuesta y reclamó por los escritores y pequeñas editoriales ante el «oligopolio».

«Asumo el riesgo de ser malentendido y juzgado como aguafiestas», advirtió en un momento de su fuerte alocución el escritor Guillermo Saccomanno, encargado este jueves del discurso de apertura de la 46ª Feria Internacional del Libro. Ante una sala colmada de funcionarios, editores y público en general, Saccommano pasó revista a los reclamos de los escritores -fundamentalmente- y de las pequeñas editoriales. Lanzó dardos envenenados al `establishment político-económico’, explicitó nombres, y sobre todo remarcó el carácter mercantil del evento. ­

Previamente, habían hablado otros. Con discursos más institucionales, quizá `complacientes’, diría Saccomanno. Ariel Granica, presidente del a Fundación El Libro -entidad organizadora de la Feria-, aplaudió el volver tras dos años. ­

Continuó Tatiana Viera Hernández, representante del Municipio de La Habana (la capital cubana es Invitada de honor este año): «Trataremos lo mejor de la ciudad donde vivió Ernest Hemingway. La literatura, el cine, la música cubanas estarán presentes». ­

Luego, fue el turno de los funcionarios. Enrique Avogadro, ministro de Cultura de CABA, -«Buenos Aires es inconcebible sin la Feria del Libro», dijo- y Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación, quien trajo el saludo del presidente Alberto Fernández. «No podemos dejar de mencionar que en diciembre caducan las promociones culturales. La financiación del cine, el teatro, la música. Queremos dejar en claro el compromiso para revetir este penoso legado que resultaría gravemente perjudicial para las prácticas culturales», resaltó.­

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`INCENDIARIO’­

En un discurso con mucha pólvora, Saccomanno comenzó por explicitar la problemática de la escasez de papel. «La industria del papel es oligopólica, el papel se cotiza en dólares y no hay regulación del Estado. Para las editoriales se torna difícil publicar y planificar. Dos empresas manejan todo: Ledesma, propiedad de la familia Blaquier, y Celulosa Argentina, de José Urtubey, conectado con los Panamá Paper. Estos oligopolios dedicaron más a hacer papel de empanadas o cajas que de libros».­

El escritor propició la creación de una papelera del Estado: «Es improbable que suceda, tal como no ocurrió con Vicentin, pero sería un hallazgo crear una papelera que nuclee a los cartoneros y a las cooperativas con participación estatal».­

Asimismo, expresó los «sentimientos contradictorios» cuando lo convocaron a dar el discurso inaugural: «La Feria siempre me engendró tensión, y no solamente porque me topo con el Pabellón Martínez de Hoz. Decir feria implica comercio, esta es una feria de la industria y no de la cultura. En todo caso, es una manera de entender la cultura como comercio. El autor cobra solo el 10 por ciento. En mi historia debí demandar a varias editoriales, incluyendo progresistas, para recuperar derechos».­

Volvió a la «crisis del papel» y las relacionó con el «crimen impune de las políticas extractivas»: «El asesinato de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado están en línea con esta entrega de recursos. Toda nuestra literatura, aunque se haga la otaria, también tiene que ver con la violencia política. No podemos jugarla de inocentes».­

Se cuestionó por qué el evento se hace en La Rural -«cómplice e instigadora de los golpes»- «En lo personal, creo que es una violencia».­

«Elijo la sinceridad», recalcó y concluyó: «La Literatura que me interesa ilumina, perturba, subvierte. No se puede soslayar que la línea de hambre es impiadosa. Corresponde preguntarse si un chico con hambre puede asimilar conocimiento cuando no ha asimilado alimento». ­

A pesar de todo, dijo ser optimista y recordó el oficio de la escritura como forma de liberación y conocimiento personal.­