abril 26, 2024

¿Es cierto que las criptomonedas como Bitcoin contaminan?

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Bitcoin existe desde hace más de una década, y si bien ha tenido caídas como cualquier activo volátil, cada vez demuestra ser más fuerte, más robusto y una verdadera alternativa al sistema económico financiero tradicional.

Que Bitcoin contamina mucho. Que Bitcoin consume más energía que un país pequeño. Que Bitcoin es un fraude. Que Bitcoin es una burbuja. Que Bitcoin ha muerto. Muchos parecen repetir esto una y otra vez. Lo cierto es que Bitcoin existe desde hace más de una década, y si bien ha tenido caídas como cualquier activo volátil, cada vez demuestra ser más fuerte, más robusto y una verdadera alternativa al sistema económico financiero tradicional. Y además, con más transparencia que los bancos y los gobiernos.

En una época donde cada vez hay más consciencia sobre el impacto ambiental y el cambio climático, Bitcoin también ha sido objeto de críticas por el consumo eléctrico que produce su sistema de minería. ¿Pero qué tan real es esto? En todo caso, uno de los malos entendidos es considerar mayor consumo como sinónimo de contaminación. Porque la pregunta que deberíamos hacernos en realidad es: ¿De dónde sale la electricidad para ese consumo?

Por ejemplo, alguien dijo que, si se desenchufaran los electrodomésticos que no están activos en Estados Unidos, se podría ahorrar casi el triple de la energía que consume Bitcoin al año. Sí, es cierto, Bitcoin consume mucha energía, pero afirmar que esa energía se está desperdiciando es cuanto menos, motivo de debate.

Pero entonces, ¿es verdad o no que redes de criptomonedas como Bitcoin o Ethereum contaminan? Según Eduardo Erlo, Marketing Manager de Status Network -uno de los proyectos más robustos e iniciales que corre en la blockchain de Ethereum que desarrolla soluciones basado en la web3 – dice que no es exacto afirmar tal cosa.

“Actualmente, considerando la cantidad de computadoras en ejecución y validadores de nodos para blockchains, podemos notar un gran uso de energía para este propósito. Aunque, la mayoría de las veces, afirmar que contamina, sin dar contexto adicional ni dejar claro los cambios que se están dando para que contamine menos, es solo una acción política”, explicó.

“Hay diferentes acciones y planes, sobre cómo cambiar los algoritmos de consenso para reducir la potencia informática necesaria para las transacciones. Incluso si siguiera contaminando en el futuro, no significa que sea algo malo o inaceptable, ya que muchas otras cosas contaminan mucho más y en ocasiones son cosas que ni siquiera tienen un beneficio práctico para la sociedad”, agregó.

Por otra parte, Ulises Alzogaray, Country Manager de Bitwage en Argentina – la plataforma pionera en pago de honorarios en criptomonedas más elegida por los trabajadores, freelancers y exportadores de servicios -, afirmó de manera contundente: “Ni Bitcoin, ni Ethereum, ni ninguna otra blockchain y sus criptomoneda contaminan. Lo que hace daño al medio ambiente son las energías no renovables. Es por ello que, creemos que la discusión debería estar enfocada en los formatos de energías que utilizamos. Pero es más. el 58% de la energía utilizada para minar bitcoin es renovable, y hay incentivos económicos para que ese porcentaje siga aumentando. Me pregunto si en todas las industrias hay incentivos y conciencia de este tipo”.

Cuando se le preguntó al CEO de la casa de cambio de criptomonedas o criptoexchange Let’sBit, Camilo Cristia, por qué se habla tanto en los medios sobre la contaminación que produciría minar criptomonedas, contestó: “El alto consumo de energía que implica el minado de criptomonedas lleva a pensar que es altamente contaminante. Al ser una tecnología relativamente nueva y desconocida por muchos, se opina que gastar energía en ellos es superfluo y daña el medio ambiente. A su vez, es el principal argumento de los detractores del bitcoin”.

Leo Elduayén, CEO de Koibanx – compañía líder en servicios de tokenización financiera utilizando tecnología blockchain-, también se refirió a esta insistencia de hablar de una supuesta contaminación producida por Bitcoin.

“Desde mi punto de vista, se habla mucho sobre este tema porque es una tecnología relativamente nueva que está trayendo de la mano la revolución del sistema financiero. Lo nuevo o lo desconocido siempre causa interrogantes, pone en jaque intereses de otras compañías o industrias ya establecidas y desafía el modelo existente”, afirmó.

“En lo personal, no tengo dudas de que son más los beneficios que traen las criptomonedas que sus desventajas. Muchos entes centralizados y jugadores ineficientes consideran que el mundo debe seguir siendo como es y aún no advierten las ventajas que podrían encontrar dentro de este nuevo ecosistema”, concluyó.