mayo 4, 2024

Pisando el freno

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El blue cerró el viernes a $273, el contado “con liqui” pasó los $300, el riesgo país sigue por la estratosfera, pero el culpable de todo es el “desestabilizador” Martín Guzmán por haber renunciado de manera intempestiva. Esa es la opinión de Cristina Kirchner que desde El Calafate mandó hace 48 horas un aviso claro: no voy a seguir vapuleando al presidente ni a su gabinete. Rarísismo caso de autocensura de una adicta a los desplantes públicos. Ese discurso fue la primera prueba de que captó que sus ataques a Fernández agravaron una crisis terminal y que decidió pisar el freno. Por ahora.

Wado y los empresarios

El jueves el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro compartió un almuerzo con los empresarios que más facturan del país reunidos en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP). Los hombres de negocios que esperaban algún pronunciamiento sobre las crisis política y económica, se quedaron con las ganas. De Pedro se definió como “desarrollista”, kirchnerista no peronista, pero de la situación que siguió (y precedió también) a la renuncia del ministro de Economía, no dijo una palabra. Como apuntó uno de los comensales, “parece el ministro del Interior de Luxemburgo”.

Wado y Rodríguez Larreta

En medio de la crisis De Pedro expuso ante los empresarios alrededor del tema “Desarrollo Federal” sin duda de palpitante actualidad. Pero se salió de eje para hablar ¿de qué? … De la oposición. Le dedicó un pasaje a Horacio Rodríguez Larreta que había dicho en el mismo foro que “nunca vamos a acordar con el kirchnerismo o los extremos”. ¿Qué le respondió? Con una invitación: “Igual quiero convocar a Larreta también a consensuar una estrategia productiva”.  Traducción: invitamos a la oposición a involucrarse en la crisis y a que expongan su modelo. CFK lo aplaudió desde Calafate.

Wado y Eurnekian

La visita de Wado De Pedro al CICYP fue agradecida por Eduardo Eurnekian fundador de la corporación América que le dijo que podía contar con el apoyo de los empresarios allí reunidos. La afirmación del veterano hombre de negocios, a pesar de su sentido protocolar, no dejó de generar comentarios entre sus colegas. No faltó quien recordara que lo mismo le había dicho dos meses antes a Martín Guzmán cuando el ministro concurrió invitado a exponer sobre su área de gestión. Es que los ministros pasan a una velocidad para la que no están convenientemente adecuados los discursos de ocasión.