mayo 4, 2024

Lautaro Acosta violó una perimetral y fue excluido de su hogar

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El futbolista de Lanús, que había sido denunciado por su pareja por violencia de género, debió abandonar la vivienda que compartían, en Lomas de Zamora.

El juez en lo penal de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, excluyó del hogar al futbolista de Lanús Lautaro Acosta, quien convivía con su pareja, a raíz de las denuncias de ella en su contra por violencia de género y en una causa penal en la que ahora se lo investiga por lesiones leves y amenazas.

Según fuentes del caso, el jugador tuvo siete denuncias desde 2019 hasta la fecha en el ámbito de la Justicia de familia y ahora se llevó el caso a la Justicia penal.

El último episodio fue a principios de junio cuando él la amenazó y agredió verbalmente y hasta intentó pegarle en medio de una escena de celos porque ella, Isabella, iba a salir con sus hermanas.

Tras la discusión, la joven se fue de su mamá y ahora, al no contar con un domicilio donde vivir, es que la Justicia decidió que ella se quedara en la casa que compartía con el jugador y éste se vaya del hogar.

El procedimiento de exclusión tuvo lugar en la noche de este miércoles cuando efectivos de la jefatura de Policía de Lomas de Zamora recibieron un llamado telefónico en el que una mujer solicitaba la presencia policial denunciando a su esposo porque estaba violento y temía por su integridad.

Al llegar al domicilio citado, los integrantes de esa fuerza provincial fueron recibidos por una mujer que se identificó como Ludmila Isabella, de 35 años, quien manifestó hechos de violencias y amenazas por parte de su expareja.

El denunciado resultó ser el «Laucha» Acosta, quien tiene antecedentes de violencia familiar. Los efectivos dieron parte a la Justicia y así fue como Juan Baloira, titular de la UFI Nº 17 de Lomas de Zamora procedieron a cumplimentar la exclusión del hogar de la propiedad ubicada sobre la Avenida Fernández al 300 de la ciudad de Temperley por violar en flagrancia una orden perimetral establecida anteriormente.

Además, el juez fijó una entrevista de Acosta con integrantes del Programa Conversatorio sobre Género y Cultura, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad de Lomas de Zamora «a los efectos de realizar un abordaje integral de la personalidad del victimario y sus condiciones particulares, y/o incluirlo en la realización del tratamiento que corresponda».

Por el momento, el jugador está imputado, pero no está citado a prestar declaración indagatoria algo que tendrá que definir próximamente el fiscal de género de Lomas de Zamora.

¿Qué denunció la mujer de Lautaro Acosta?

A través de su cuenta de Instagram, Ludmila Isabella, la pareja del atacante del Granate habló de maltratos durante el embarazo, machismo e infidelidades. «Hoy después de tanto tiempo sin poder soltar una relación tan tóxica, de destrato y de violencia psicológica, de sentirme como un trapo y tanta denigración, necesito liberarme de tanto mal», comenzó su descargo en redes sociales.

«La pasé estando embarazada, es lo que más me duele y lo que más cuesta sanar», sostuvo en su mensaje. «Cedí todo, entregué todo y no me arrepiento, lo que hice lo hice de corazón y por amor, lástima que no me devolvieron nunca lo mismo. A veces pienso por las noches y lloro, tengo pesadillas de todos los hechos violentos que padecí, va a costar sanar todo, pero se puede», añadió.

Ludmila Isabella y Lautaro Acosta en otros tiempos. Archivo.

Ludmila Isabella y Lautaro Acosta en otros tiempos. Archivo.

De acuerdo a sus dichos, Acosta es «una persona muy violenta», «acostumbrada a que nadie le diga que no», que tiene un «vicio» por las mujeres aunque sólo las ve como «objetos». A pesar de todo el sufrimiento, la conclusión fue un mensaje esperanzador dirigido especialmente a otras mujeres que puedan estar pasando por lo mismo.

«Sólo estoy contando mi experiencia para darles fuerza», dijo Isabella. «A mí me costó salir y sanar mucho más…Hasta que un día te despertás con todas las heridas cerradas, sin marcas, ni cicatrices, incluso se nota en la sonrisa y en la mirada lo bien que estamos. Son esas segundas oportunidades que valen oro».