Bajo un estricto hermetismo el M.P.A investiga como las llaves de los candados de los calabozos de una seccional de Alto Comedero llegaron a las manos de un preso, alojado en esa comisaría.
Según la fuente consultada, él mismo preso fue quien entrego el manojo de llaves con un papel al funcionario judicial, que al parecer tenia instrucciones y nombres de policias que estarían involucrados en la entrega de las llaves, aduciendo que otros presos se lo habían entregado, aparentemente por error, y que las mismas fueron facilitadas por efectivos policiales de la seccional donde se encuentra alojado.
Tras la grave denuncia del privado de la libertad y tras comprobar que las llaves efectivamente pertenecían a los candados de las celdas, se inicio una investigación interna.
Hasta ahora no habría uniformados demorados ni separados del cargo, y se estaría a la espera de directivas del fiscalia actuante del grave hecho de corrupción policial o si se trataría de una «tendida de cama», en contra de los policías de la comisaría denunciada.
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