mayo 17, 2024

En qué anda CFK

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El gobierno se desmorona ante la apatía general. Los ministros ni esperan los botes salvavidas, se tiran directamente al agua. El poder del presidente es recortado por el ministro de Economía y la crisis no tiene horizonte; pero el primer ítem de la agenda oficialista es hoy la interna.

La cuestión prioritaria para los miembros del Frente de Todos no es cómo frenar la inflación que promete volver este mes al 7% y el consiguiente aumento de la pobreza, ni cómo evitar un escalada del dólar, sino cómo se va a resolver el reparto de cargos a partir de 2023, año en el que el que se ven volviendo al llano.

La cuestión no debe, sin embargo, ser considerada como un estigma exclusivo del kirchnerismo. Todos los políticos privilegian la lucha por el poder. Ya lo decía Vizcacha: el primer cuidado del hombre es defender el pellejo. El segundo, hacerse amigo del juez. Todo en una sola estrofa. Sin saberlo, José Hernández era un infalible profeta del kirchnerismo.

Pero más allá de la literatura, el interés prioritario por la interna quedó a la vista con declaraciones de Máximo Kirchner a un medio partidario. Hizo tres afirmaciones relevantes. Primero, que su madre no va a ser candidata. Puesto, en otros términos, ni se les ocurra que se va a inmolar para que con sus votos otros consigan cargos de diputados, senadores, intendentes, concejales, etcétera. Ese error ya lo cometió en 2019 y no piensa repetirlo. Axel Kicillof, sin embargo, opina distinto. Predica el evangelio de los audaces ¿También expresa a CFK?

Segundo, el hecho de que un presidente de la Nación quiera ir a las PASO es ridículo (pronunció: «extraño»). El mensaje ahí fue: la lapicera es lo último que mi madre piensa resignar. Y en tercer lugar aclaró: no sé en qué anda el gobierno. Es decir, nosotros somos opositores desde hace rato.

El presidente dispuso que saliera a contestarle su propio oráculo, Aníbal Fernández, que atribuyó al kirchnerismo miedo a competir.

También se mostró partidaria de suspender las PASO la senadora bonaerense Teresa García, fidelísima a Cristina Kirchner. Descartó las primarias con un argumento llamativo, «no son útiles», y las redujo a la condición de «encuesta grande». Las consideró indirectamente un obstáculo para elegir a «los mejores» con vistas a los tiempos difíciles que se avecinan. Poca confianza en el voto popular.

En suma, Máximo Kirchner y el kirchnerismo no sabrán en qué anda el presidente, pero blanquearon en qué anda la vicepresidenta. Quiere conservar la lapicera y para eso debe voltear las PASO.

También sugirieron que, a la hora de correr a los botes, su estrategia consistiría en armar listas de incondicionales y refugiarse en santuarios seguros como la provincia de Buenos Aires. Que el resto del peronismo se las arregle como pueda.

Entretanto Alberto Fernández tiene como única estrategia perturbar en la medida de sus capacidades esos planes y Sergio Massa espera que la economía no explote para decidir qué hace. Conclusión, la martingala del Frente de Todos que sirvió para ganar en 2019 se agotó en menos de tres años y la crisis deberá esperar a ver qué decide ahora la vice.